domingo, 17 de noviembre de 2013

El orden en la narración

Antes hemos mencionado la diferencia existente entre el tiempo de la historia y el tiempo de la narración. Este segundo "tiempo", además, puede ser manipulado por el narrador mediante la ordenación que haga de los hechos narrados. En ese sentido, si lo habitual sería seguir un orden cronológico, contando primero lo que ocurre primero y contando después lo que ocurre después, cambiar ese orden puede dar lugar a interesantes efectos narrativos y estilísticos. Así, podemos distinguir dos tipos de narraciones:

1.    Narraciones lineales (siguen un orden cronológico)

2.    Narraciones no lineales (no siguen un orden cronológico). Estas últimas pueden recurrir a toda una serie de técnicas para romper la linealidad de la narración, entre las que destacan las siguientes:
a.     Inicio “in media res”: comenzar una historia por la mitad.
b.    Analepsis (flash-back): dar un salto al pasado.
c.    Elipsis: no narrar un determinado lapso de tiempo. Puede servir para acelerar la historia (el paso de la niñez a la edad adulta de un personaje, por ejemplo), o para ocultar hechos significativos que se explicarán mediante analepsis.
d.   Prolepsis (flash-forward): dar un salto al futuro para después volver al presente narrativo. Es mucho menos frecuente.